«Las familias disponen de un saber que les permite a veces vestir la falla. Esto es sumamente valioso porque, por otro lado, hay familias que, dada su economía interna, si se me permite la expresión, pueden, al contrario, ser sumamente empuje-al-crimen, sin necesariamente quererlo, sino porque abren la falla. [1]»
Da testimonio de ello la serie La Mesías del dúo Javier Calvo y Javier Ambrossi, dignos herederos de Almodóvar. La inventiva formal de ambos cineastas instala el decorado de un horrible drama familiar con aires kitsch, lleno de santurronerías pop. Seguimos el periplo de una madre y sus hijos durante varias décadas. En los primeros años, la madre se encuentra atrapada en el torbellino de sus propios goces, convencida de que le espera un porvenir brillante, y tiene dificultades para ocuparse de sus dos hijos que viven en la grieta de su caos. Un giro radical se produce cuando conoce a un fanático del Opus Dei, tan enigmático como inquietante. Él la empuja hacia lo peor, desencadenando en ella un deliro con halos místicos teñido de fanatismo. Desde entonces, juntos van a formar una familia enclaustrada, aislada del mundo exterior. Los numerosos hijos de la pareja, prisioneros de este universo opresivo, viven bajo la férula de estos dos adultos a los que nada viene a limitarlos. Solo los dos hijos mayores, que no son de esta misma unión logran extirparse de esta familia, que terminan rechazando completamente. Sin embargo, nada indica que se hayan extraído del lugar de objeto que ocupan para su madre. Esta serie muestra bien que alejarse de su familia o rechazarla no son necesariamente testimonios de una extracción de goce. No implica que engendre una constitución subjetiva que permita «el manejo del objeto del fantasma y libere del goce anudado al objeto a, más allá del falo, para un goce de la vida. [2]» De hecho, alejarse o separarse de la familia no es rechazarla.
El rechazo conlleva una dimensión radical relativa a la cultura del superyó, como lo subraya Philippe Giovanelli en su texto de orientación, que les invito a descubrir en esta nueva newsletter. Bajo la constante del Malestar en la familia, este texto pone de manifiesto las variaciones del rechazo; al hacerlo, abre una serie de pistas que suscitan el deseo de profundizar en el tema.
¡En La Mesías, la locura familiar cautiva, fascina y horroriza! El enfoque de Francesca Biagi-Chai es completamente diferente, ya que la analiza y nos ofrece un texto que constituye una verdadera brújula ética y clínica que orientará la rúbrica del blog.
Los flashbacks incesantes en el centro del relato de la serie componen un rompecabezas complejo que da cuenta de los efectos de la locura familiar sobre los niños. Pero no olvidemos que detrás de las relaciones con el padre y la madre, se esconden las relaciones que el sujeto establece con el goce, el saber y el objeto a. Es lo que nos enseña la contribución de Pascal Docquiert, presentada durante la mañana epistémica de Pipol 12 que tuvo lugar en Bruselas el pasado mes de noviembre.
[1] Biagi-Chai F., «Les crimes en série», La Cause freudienne, no 69, septembre 2008, p. 137. (Traducción libre)
[2] Alberti C., «Désir de famille», Mental, no 44, décembre 2021, p. 22. (Traducción libre)
Traducción: Micaela Frattura
Relectura: Itxaso Muro