« La familia misma solo es digna y respetable si puede ser un lugar en donde cada uno pueda encontrar un espacio para lo que es su particularidad residual. [1] »
Descubrirán a través de los textos de este número cómo, dentro de la familia, se puede encontrar o no un espacio para la particularidad.
¡Qué momento para morir, justo el fin de semana tan esperado para reunir a la familia! En la película Casa en llamas, de la que nos habla Irene Domínguez, Montse encuentra a su madre muerta. Para asegurarse de que la reunión familiar tenga lugar, oculta su muerte a todo el mundo. Mantener la familia unida… pero ¿a qué precio? Es en el fracaso constitutivo de la familia donde cada sujeto puede encontrar el material para inventarse a sí mismo, a partir de su síntoma. A pesar de todo, sigue habiendo algo en torno a la pertenencia (un nombre, una marca) que nos anuda; la familia sigue siendo el refugio.
Jean-François Lebrun nos habla de la película de Mohammad Rasoulof La semilla de la higuera sagrada, ambientada en el asesinato de Mahsa Amini [2]. Para Najmeh, la madre, lo más importante era mantener unida a la familia. El padre, juez de instrucción del tribunal revolucionario, pronuncia sentencias de muerte de manera expeditiva. Durante una comida familiar, las hijas se enfrentaron a quien se había convertido en el padre del terror. La madre se da cuenta del monstruo en que se ha vuelto su marido, atrapado en la violencia del poder, y ella también se opone. ¿Cómo conservar para cada una de ellas su subjetividad, y que la vida recupere su impulso? ¿Qué elección tomará el cineasta cuando el goce esté al mando y aplaste toda particularidad?
Camilo Ramírez comparte su lectura del último libro de Vanessa Springora, Apellido (Patronyme). Es por la escritura como V. Springora se enfrenta al fracaso del Nombre-del-Padre en su familia, apoyándose en el apellido de su propio padre, lo único que lo une a él. Cuando éste muere, el deseo de descifrar el secreto que se esconde tras este nombre deformado arrojará una cruda luz sobre los puntos más opacos de la subjetividad familiar a lo largo de tres generaciones. El apellido se convierte en materia a inventar.
Hay casos en los que es necesaria otra institución distinta de la familia. ¿Cómo sostiene esta institución el camino hacia la singularidad del sujeto? A partir de ahí, Peter Decuyper se pregunta: ¿se trata para el clínico de encontrar apoyo en el lazo familiar, de tomar prestado el camino de la familia o, por el contrario de distanciarse de ella?
El texto de Antonio Di Ciaccia que abre este newsletter nos recuerda los dos elementos fundamentales de la familia como institución primaria. Por un lado, su función es la inscripción de todo ser humano en lo simbólico, con la concomitante limitación del goce, válida de manera singular para cada uno; por otro, su papel es primordial en la transmisión de la cultura. También aquí encontramos, más allá de lo universal, lo particular que concierne al modo en que se transmite lo simbólico.
[1] Laurent É., « Institución del fantasma, fantasma de la institución », Hay un fin de análisis para los niños. Buenos Aires, Colección Diva, 2003, p. 203.
[2] Mahsa Amini, estudiante iraní de origen kurdo de 22 años, fue detenida por la policía de la moral iraní por «llevar ropa inapropiada» el 13 de septiembre de 2022, y murió tres días después.
Traducción: Jesica Varela
Relectura: Cinthya Estrada